El consejo académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (del cual somos parte) estaba sesionando cuando llego la noticia del fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín.
Esta mención no es casual ni anecdótica: entre las numerosas cosas que seguramente se rescataran en esos días sobre su gobierno, este consejo quiere destacar la importancia de la normalización institucional que significo, en 1983, la vuelta a la democracia.
Concursos públicos por antecedentes y oposición, universidad gratuita, ingreso irrestricto, cátedras paralelas, el reingreso de profesores expulsados y sobre todo la instauración de un ambiente total de libertad para que germinen las ideas son consecuencias directas de los primeros años de esa democracia primeriza que presidio Alfonsín desde 1983 a 1989.
No seria buen homenaje llorar sobre su recuerdo, ni añorar la épica de esas conquistas. La Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño esta comprometida en un homenaje mejor: en la superación, con inteligencia y coraje, de los nuevos desafíos que aparecen en el mundo totalmente distinto al que existía en 1983. Aumentar la participación, disminuir la desigualdad social, evitar el anquilosamiento de las instituciones democráticas y volver a propugnar a la educación como la gran igualadora, son tareas nuevas y pendientes que debemos afrontar.
Esa es nuestra idea y nuestro homenaje cotidiano a la figura de Raúl Alfonsín, y a todos los hombres y mujeres silenciosos que impulsaron el retorno a la democracia, hace 25 años.
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